Los homosexuales existen, siempre existieron y no son menos “naturales” que los heterosexuales. La orientación sexual de una persona se define aproximadamente a los cuatro años, cuando se resuelve el complejo de Edipo y se define en positivo, amor hacia el sexo opuesto, o negativo, amor hacia el mismo sexo. Por lo tanto, desde el punto de vista psicológico, esto no representa ninguna anomalía, ni significa enfermedad. Y si fueran enfermos ¿los discriminaríamos por no ser personas sanas?¿Y una persona con cáncer, se podría casar? O está enferma?
A partir de la ley sancionada el 15 de julio pasado, los gays pueden casarse y estar en paz, por lo menos legalmente. Tiempos anteriores a esta ley, podía suceder que en una pareja homosexual que convivía en una casa propia, uno de los dos quedara viudo, y la familia del otro podía decidir si quedarse o no con sus pertenencias.
Por otro lado, que las personas en general ( no sólo homosexuales ) estén casadas o no, es un hecho que pertenece a la vida privada y en el que no se debería adentrarse para juzgar si está bien o mal. Además, seguirán amándose, teniendo relaciones sexuales y conviviendo juntos.
Estos pequeños avances que tenemos como sociedad deberían servirle como ejemplo a la iglesia católica para desarrollar lo que se llama tolerancia y empatía, ya que en este país siempre fue una institución de mucho poder.
Buena nota Andrea, bien tocado el tema psicológico, que es uno de los mas usados como argumento en contra de lo que escribís. El final es muy bueno y con un llamado a la reflexión.
ResponderEliminar