Escribo este artículo con el objetivo, el deseo, de hablar en favor de los que muchas veces son ignorados. Los que ponen el nombre y el cuerpo en pos del bien común de gente como yo. A las Claudia Falcone y los Claudio de Acha de mi generación. En fin, a los defensores de la educación pública (entre otras cosas).
A muchos les sorprendió cuando se decidió en la asamblea general del normal 10 la toma del colegio. Este establecimiento que, en los 5 años que llevo asistiendo hasta ahora, solo realizó una sentada y un corte de calle, ambos medio desastrosos, y mas motivados por la holgazanería que por la conciencia de clase (por lo menos en cuanto a apoyo “popular” se refiere). Los mas cínicos afirmarán maliciosamente que en este caso es lo mismo, con una única diferencia en la gravedad de la medida tomada. Pero alguien que se anime a acercar la mirada notará que esta hipótesis no es muy sostenible. Aunque un porcentaje de los que votan a favor de la medida indudablemente lo hacen con la intención de así perder días de clase en lo que dure, la cantidad de interesados sinceramente en la mejora de la educación pública aumentó en una cantidad para nada despreciable. Su servidor mismo se cuenta entre los ex-apáticos cuyo interés fue ganado a través de la toma.
Esto no significa que todas las personas atraídas al debate estuviera de acuerdo con la toma en sí, debo de haber oído “estoy de acuerdo con el reclamo, pero no con la medida” como un millón de veces. Pero, en mi opinión, todo debate es positivo (mientras se haga educadamente, se entiende), y este no es la excepción, ya que permitió a los debatientes aclarar sus ideas e incluso a algunos cambiar de opinión.
Con respecto a la frase repetida hasta el cansancio por los detractores de la toma (“estoy de acuerdo con la lucha...”), solo voy a enunciar un simple argumento: objetivamente hablando, la toma generalizada de colegios fue la única medida que generó algún tipo de respuesta en los últimos años. ¿Acaso alguien recuerda haber visto alguna vez tanta atención depositada en el movimiento de lucha estudiantil? Feliz estaría yo y todo el mundo si con solo marchar los estudiantes fueran oídos pero la evidencia es clara: los petitorios y las marchas son fácilmente ignorados por el gobernante de turno, mientras que los colegios tomados ya recibieron reuniones, y reivindicaciones (mínimas e insulsas, pero que demuestran que no pasan inadvertidos).
Sin investigar demasiado uno ya puede advertir que las personas mas comprometidas suelen ser las que están a favor de la toma, mientras que las que afirman que “hay otros métodos” no se los suele ver ni en las marchas ni en los debates de la asamblea permanente (la que permanece dentro del colegio tomado). Y al fin y al cabo, independientemente de si se está de acuerdo o no con la toma en sí, esta se votó de forma democrática, siendo el voto ejercido de forma directa, sin abusos burocráticos, por lo que, si de todos modos la toma se va a hacer, bien podrían tratar de que salga de la mejor forma posible.
Caso aparte (y mucho mas lamentable) es el de la gente que no solo está en contra de la toma sino que la ataca con uñas y dientes, intentado romperla. Incluyo en esta categoría a los padres y alumnos que no respetan listas de oradores, a los patoteros aficionados que amenazan a los alumnos a la vista de múltiples testigos, y a los fomentadores de contratomas parcialistas y antidemocráticas. De todos modos les agradezco, les agradezco por demostrar que los que luchan por la educación no son los maleducados aquí.
Dicen que se toma para no estudiar. Que los que toman son vagos, rebeldes sin causa. Pues yo sé de primera mano que esto no es así. En una semana muchos han aprendido mas de historia, de civismo y compañerismo que en toda una vida escolar. Aprovecho para destacar la hipocresía de muchos alumnos que están en contra de que se tome el colegio, porque afirman que quieren estudiar, pero cuando se dieron clases abiertas con el colegio tomado no se aparecieron. ¿Van al colegio para aprender, o para recibir palmaditas en la cabeza por hacer lo que se les ordena? Es una tendencia preocupante ver la proliferación del segundo caso, mientras el colegio falla cada vez más en despertar el interés del primer caso. Es lo único que me parece que faltó en los reclamos, pedir por una reforma en el enfoque que se le dá a la educación en su conjunto. Los programas y métodos requieren modernización, y no hablo de aplicar teorías constructivistas a medias, hablo de debatir e implementar una reforma educativa radical y concreta. La devaluación generalizada de la educación pública no se revierte solo con un poco de cemento. Los edificios no son los únicos que necesitan arreglo.
Para cerrar, para los necios que afirman que la educación pública está bien, ennumeraré algunos indicios que muestran lo contrario:
Solo son ejemplos locales de un colegio que “no está tan mal” (cita textual de un estudiante durante una de las asambleas). Saquen sus propias conclusiones.
Milton Gabriel Castro
A muchos les sorprendió cuando se decidió en la asamblea general del normal 10 la toma del colegio. Este establecimiento que, en los 5 años que llevo asistiendo hasta ahora, solo realizó una sentada y un corte de calle, ambos medio desastrosos, y mas motivados por la holgazanería que por la conciencia de clase (por lo menos en cuanto a apoyo “popular” se refiere). Los mas cínicos afirmarán maliciosamente que en este caso es lo mismo, con una única diferencia en la gravedad de la medida tomada. Pero alguien que se anime a acercar la mirada notará que esta hipótesis no es muy sostenible. Aunque un porcentaje de los que votan a favor de la medida indudablemente lo hacen con la intención de así perder días de clase en lo que dure, la cantidad de interesados sinceramente en la mejora de la educación pública aumentó en una cantidad para nada despreciable. Su servidor mismo se cuenta entre los ex-apáticos cuyo interés fue ganado a través de la toma.
Esto no significa que todas las personas atraídas al debate estuviera de acuerdo con la toma en sí, debo de haber oído “estoy de acuerdo con el reclamo, pero no con la medida” como un millón de veces. Pero, en mi opinión, todo debate es positivo (mientras se haga educadamente, se entiende), y este no es la excepción, ya que permitió a los debatientes aclarar sus ideas e incluso a algunos cambiar de opinión.
Con respecto a la frase repetida hasta el cansancio por los detractores de la toma (“estoy de acuerdo con la lucha...”), solo voy a enunciar un simple argumento: objetivamente hablando, la toma generalizada de colegios fue la única medida que generó algún tipo de respuesta en los últimos años. ¿Acaso alguien recuerda haber visto alguna vez tanta atención depositada en el movimiento de lucha estudiantil? Feliz estaría yo y todo el mundo si con solo marchar los estudiantes fueran oídos pero la evidencia es clara: los petitorios y las marchas son fácilmente ignorados por el gobernante de turno, mientras que los colegios tomados ya recibieron reuniones, y reivindicaciones (mínimas e insulsas, pero que demuestran que no pasan inadvertidos).
Sin investigar demasiado uno ya puede advertir que las personas mas comprometidas suelen ser las que están a favor de la toma, mientras que las que afirman que “hay otros métodos” no se los suele ver ni en las marchas ni en los debates de la asamblea permanente (la que permanece dentro del colegio tomado). Y al fin y al cabo, independientemente de si se está de acuerdo o no con la toma en sí, esta se votó de forma democrática, siendo el voto ejercido de forma directa, sin abusos burocráticos, por lo que, si de todos modos la toma se va a hacer, bien podrían tratar de que salga de la mejor forma posible.
Caso aparte (y mucho mas lamentable) es el de la gente que no solo está en contra de la toma sino que la ataca con uñas y dientes, intentado romperla. Incluyo en esta categoría a los padres y alumnos que no respetan listas de oradores, a los patoteros aficionados que amenazan a los alumnos a la vista de múltiples testigos, y a los fomentadores de contratomas parcialistas y antidemocráticas. De todos modos les agradezco, les agradezco por demostrar que los que luchan por la educación no son los maleducados aquí.
Dicen que se toma para no estudiar. Que los que toman son vagos, rebeldes sin causa. Pues yo sé de primera mano que esto no es así. En una semana muchos han aprendido mas de historia, de civismo y compañerismo que en toda una vida escolar. Aprovecho para destacar la hipocresía de muchos alumnos que están en contra de que se tome el colegio, porque afirman que quieren estudiar, pero cuando se dieron clases abiertas con el colegio tomado no se aparecieron. ¿Van al colegio para aprender, o para recibir palmaditas en la cabeza por hacer lo que se les ordena? Es una tendencia preocupante ver la proliferación del segundo caso, mientras el colegio falla cada vez más en despertar el interés del primer caso. Es lo único que me parece que faltó en los reclamos, pedir por una reforma en el enfoque que se le dá a la educación en su conjunto. Los programas y métodos requieren modernización, y no hablo de aplicar teorías constructivistas a medias, hablo de debatir e implementar una reforma educativa radical y concreta. La devaluación generalizada de la educación pública no se revierte solo con un poco de cemento. Los edificios no son los únicos que necesitan arreglo.
Para cerrar, para los necios que afirman que la educación pública está bien, ennumeraré algunos indicios que muestran lo contrario:
- El año pasado se arreglaron los techos del normal 10 para, finalmente, detener las goteras. Las primeras lluvias del año parecieron no enterarse porque gotearon tranquilamente a través del cielorraso. No es lo que llamaría un arreglo bien hecho.
- No hay rampas o ascensores que conduzcan al primer piso. Los alumnos que deben andar en sillas de ruedas no conocen el laboratorio de computación, la biblioteca, ni el laboratorio de ciencias.
- El año pasado 5to 7ma (curso al que pertenezco) estuvo sin clases de física durante mas de medio año. Hubo un par de suplentes inexpertos hacia el final pero su desempeño no fue para nada suficiente. Esto no es un caso aislado y se nota cada vez más la ausencia de docentes. ¿Por qué creen que ocurre esto?
- En mi aula, que dicho sea de paso es muy pequeña porque originalmente estaba unida a otra aula pero se construyó una pared porque sino no había suficientes salones para todos los cursos, se cayó un pedazo de techo, dejando un agujero que permitía ver al curso de arriba. Fue arreglado, no estoy en posición de juzgar si se hizo adecuadamente, luego de semanas de peregrinar de aula en aula sin un lugar fijo donde tener clases.
Solo son ejemplos locales de un colegio que “no está tan mal” (cita textual de un estudiante durante una de las asambleas). Saquen sus propias conclusiones.
Milton Gabriel Castro
Milton lo único que te cambié fue una palabra que estaba repetida. Lo demás me pareció que estaba muy bien
ResponderEliminarAndrea
Milton, en tu nota hay una excelente argumentación de la postura, ejemplos concretos (los cuales sé que son ciertos) y una evidencia de la situación que hace replantearse muchas cosas, aún al más adverso a la toma.
ResponderEliminarEs un muy buen trabajo el que hiciste. Felicitaciones
Me convenciste. Buenos argumentos...
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