miércoles, 22 de septiembre de 2010

Papel Prensa: ¿Más democrático o más demokrático?

El Estado, guiado por la pareja presidencial, está empecinado este año en ejercer todo el poder posible sobre los medios de comunicación. Ellos dicen que con el objetivo de eliminar monopolios, democratizar los medios y permitir que todo el mundo ejerza su derecho a la opinión. Los malintencionados afirman que es una medida más para perpetuar el poder de la pareja presidencial, la construcción de una infernal maquinaria propagandística, similar a las construidas en sú época por Hitler, Stalin, Perón y otros de carácter parecido.
El capítulo de turno en esta batalla política tan entretenida que tenemos entre manos, es el asunto de Papel Prensa. Los puntos básicos son los siguientes:
  • Papel Prensa es la principal productora de papel para la prensa argentina. Sus  principales accionistas son el Grupo Clarín con el 49% de las acciones, La Nación con el 22,49%, y el Estado Nacional posee el resto.
  • La compra por parte de los actuales dueños se realizó en época de la dictadura, bajo condiciones “turbias”. Graiver, el anterior dueño, tenía nexos con la agrupación Montoneros, y murió bajo condiciones sospechosas en México. Este acontecimiento desencadenó una crisis para su grupo empresario que obligó a los familiares de Graiver a vender sus acciones a los diarios Clarín, La nación, y La razón. Seis meses después fueron detenidos de forma clandestina para unirse a las listas de “desaparecidos”.
  • La dirigencia actual revivió el caso, que ya se había investigado en los años ochenta, acusando a los actuales dueños de haber comprado Papel Prensa mientras los dueños estaban detenidos por el gobierno de facto. Los medios aseguran que no es cierto, y que es todo una estrategia del gobierno para, eventualmente, hacerse con el control de Papel Prensa, en una movida similar a la que efectuaron los militares en su momento.


Que las acusaciones por parte del gobierno sean ciertas es posible, pero no es casualidad que esto se traiga de nuevo al frente ahora, en vista del contexto político actual. Parece que en este país siempre que se quiere difamar a alguien se trata de relacionarlo de algún modo con el “proceso”, pasaron casi treinta años desde que terminó esa época oscura pero sigue siendo una espina dolorosa en la consciencia colectiva. Aconsejo mirar con cuidado a todo aquel que acusa a otra persona de “estar a favor de la dictadura” o afirmaciones similares. Puede ser que lo haga en el espíritu de la justicia, verdad, etc. Pero también puede ser que lo haga solo con el objetivo de poner a la opinión pública en contra del acusado, a fin de satisfacer su propia agenda.
No es ningún secreto la enemistad entre la pareja presidencial y Grupo Clarín. En este asunto como en cualquier otro ambos tienen sus propios intereses que se encargan de enmascarar con discursos sobre libertad y democracia. Les propongo que por un momento dejen de tener en cuenta tales ideas abstractas y se enfoquen, concretamente, en lo que va cambiar como resultado de este enfrentamiento (y otros de la misma índole).
Si el gobierno se hace con más poder de los medios de comunicación:
  • Esperen ver un incremento de la publicidad política pro-kirchner. A toda hora. En todos lados.
  • Asismismo es muy posible que se estimule el desarrollo de programas “culturales” (cultura es un término relativo). No me vendría mal un poco más de Paenza y un poco menos de Fort.
  • La desconfianza hacia los medios de comunicación por la persona promedio se incrementará. Los diarios se volverán tan confiables como el Indéc.

Si no me creen todo lo anterior vean por un momento Canal 7.

Si se le pone un freno definitivo a la escalada en el control de los medios por el estado:
  • Todo seguirá más o menos igual. Desde todos los medios se seguirán despotricando contra el gobierno. La televisión basura continuará su reinado. Los medios responderán a intereses privados y un porcentaje de la gente lo tendrá muy presente.


Más allá de lo que se decida, más allá de lo que ustedes prefieran, es importante que siempre tengan en cuenta lo siguiente: los medios masivos responden a los intereses de unos pocos. Siempre intentarán venderles que están junto al pueblo y la verdad, pero no son más que discursos. Por eso los insto a que investiguen por si mismos, o en su defecto escuchen con pensamiento crítico, escuchando a cada quién conscientes de los intereses que los conllevan a decir las cosas que dicen. Hasta yo tengo intereses al escribir esto, aunque más no sea aprobar el taller de periodismo gráfico. No hay verdaderos medios independientes, todos respondemos a alguien.

Milton Gabriel Castro

1 comentario:

  1. Milton: me gustó la forma de encarar el tema y sobre todo el cierre de la nota. coincido plenamente en que todos respondemos a intereses.
    Excelente nota.

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